El poder de las creencias
“Las creencias no son ni buenas ni malas, no son positivas
ni negativas, las creencias son potenciadoras o limitantes en
función de lo que nos permiten o nos impiden hacer.”
La realidad no existe, o, mejor dicho, si existe, pero no
está a nuestro alcance, porque desde el momento que la observamos queda
distorsionada por nuestros filtros mentales y por la forma en la que
observamos el mundo.
Éste es uno de los principales retos de un proceso de coaching,
conseguir que el estudiante de canto o de música, el bailarín, el artista en
ciernes, acepte que la forma en la que ve el mundo no deja de ser una más
entre tantas, y que lo que le limita muchas veces no deja de ser una
creencia que le acompaña desde hace muchos años, que cuando le resta
un poco de autoridad o potencia otra, puede conseguir resultados inesperados.
Existe un proceso en el comportamiento humano que
se repite en cada momento del día: observamos, interpretamos
y reaccionamos. Y este proceso depende de los filtros que tenemos: los
cinco sentidos, las creencias, la cultura, los valores, la familia, la
educación, los amigos, etcétera.
Las creencias son básicamente juicios y evaluaciones sobre
nosotros mismos, los demás y el mundo que nos rodea.
Algunas creencias
muy comunes
Quiero plantearos unas creencias e ideas
"irracionales" que todos compartimos en mayor o menor medida, y si no
las compartimos es muy probable que conozcamos a alguien
que sí lo hace. Os invito a pensar hasta qué punto estáis de acuerdo con ellas.
1. El pasado tiene mucho que ver en la determinación del presente.
2. Hay que ser indefectiblemente competente y casi perfecto
en todo lo que se emprende.
3. Cuando a la gente no le gusta lo que haces, significa invariablemente
que estás equivocado o que no eres lo suficientemente bueno.
4. No debería equivocarme nunca.
5. Debería ser el profesor, estudiante, el artista
perfecto.
Ahora bien, ¿qué impacto tienen en vuestra vida estas creencias?
¿Os conducen hacia el bienestar, felicidad o al contrario provocan malestar, estrés o sentimiento
de desdicha?
Insisto en que en que las creencias no son ni buenas ni
malas por sí solas.
...Volvamos a ellas:
1.- ¿Qué impacto causa en mí esta creencia? Si el
pasado tiene mucho que ver en la determinación del presente, ¿Qué determina
mi futuro? ¿Qué poder tengo yo en la determinación de mi futuro? El pasado
no lo cambia nadie, sin embargo, si cambiamos la lectura que hacemos del
pasado, podemos cambiar el presente y en consecuencia cambiar el futuro o
al menos no resignarnos a esperar un futuro marcado por nuestro
pasado.
2.- Hay quien opina de este modo y la creencia le lleva
a ser mejor profesional, quien, aspirando a la perfección, encuentra una autosatisfacción en
lo que hace. Para otros, esta misma creencia puede suponer un sin vivir y
les puede impedir disfrutar de los éxitos, ya que nada, nunca, estará
lo suficientemente perfecto, o simplemente “no consiguen iniciar
nada” ya que no van a ser competentes y lo suficientemente buenos. La
búsqueda de la perfección es para mucha gente una causa de frustración muy
importante.
3.- ¿A quién le están dando el poder sobre su autoestima las
personas que piensan de este modo? ¿A quién le damos autoridad para valorar nuestra valía?.
4.- ¿Qué sucede cuando nos equivocamos? ¿Qué hacemos
para no equivocarnos nunca? ¿Qué dejamos de hacer para no equivocarnos nunca?
¿A qué no nos atrevemos por miedo a equivocarnos?
5.- ¿Qué entiendo por perfecto? ¿Perfecto para quién?
¿Qué significa perfecto para mis profesores, los otros estudiantes el
público? ¿Qué gano con ello? ¿Para qué quiero ser perfecto para los demás?
Hay muchas más creencias e ideas irracionales con las que
a diario observamos el mundo y con las que a diario hacemos o dejamos
de hacer. Todas las creencias se retroalimentan por ellas mismas y se consolidan, ya que al actuar en base a ellas, los resultados que
conseguimos suelen ser los mismos o parecidos.
En muchas de las creencias existe una connotación de “absolutismo”
que las refuerzan (la misma idea de perfección, el “nunca” o el
“siempre”).
“Tanto si crees que puedes, como si crees que no puedes, estás en lo cierto.” Henry Ford.
3 comentarios:
Totalmente de acuerdo!!!
Muy interesante!!
Muy interesante!
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